Es inevitable no observar las diversas conductas humanas, como el preguntarnos los porqués de las mismas como sus cambios. Quizás algunos más observadores que otros. Como por ejemplo diversos teóricos de la personalidad que dedicaron gran parte de sus vidas a la observación y estudio de la misma, dando como resultado grandes y brillantes teorías. De donde ahora podemos encontrar algunas respuestas sobre el comportamiento del hombres, de la cultura como de procesos mentales, etc. Sin embargo, ninguno es determinantes. Otorgándonos la oportunidad de elegir la teoría que más se adapte a nuestros esquemas, y de cuestionar otras.
Gracias a diversos autores y sus teorías sobre la personalidad se forma la psicología así como su continua investigación, hablando de un área que no tiene ni conocerá los límites de los procesos de la mente humana.
Ahora una teórica, que en lo personal me ha invitado a su admiración.
Karen Horney
La terapia orientada hacia el presente, el contacto con el self real, su psicología femenina, la cultura como causa del surgimiento de las neurosis son algunos de los fundamentos, fuera del psicoanálisis ortodoxo, aportados por Horney. Fundamentos revolucionarios a mi parecer, contemporáneos en su época, con fuerza en la actualidad, con bases firmes. Se atrevió a llevar sus pensamientos más allá de las teorías aprendidas, cuestionándolas, formando así su propia teoría. La sociedad como influencia en las conductas del sujeto como en la aparición de la neurosis, es uno de los puntos en los que discernió con la teoría de Freud, sobre la biología como causante. Punto a mi parecer cierto, ya que la cultura y la sociedad al formar parte de nuestro desarrollo toman un lugar importante dentro de nuestra personalidad como de ciertas psicopatologías, como los trastornos neuróticos.
Como nos menciona Horney, la misma sociedad asigna la neurosis cuando cierto comportamiento o bien manera de vivir de un individuo no va con determinada cultura, cuando no es normal. Así la neurosis no es un juicio cuadrado aplicado por igual en todo sujeto, más bien que esta depende del contexto cultural como de su tiempo; lo que puede considerarse hoy una neurosis, mañana no. Lo normal es relativo, al igual variante y sujeto a los diferentes tipos de contexto.
Y a decir verdad ¿Qué no está sometido a los cambios socioculturales? Percepciones de los sentimientos, costumbres, el bien y el mal, etc.
Si queremos asignar o bien comprender mejor la neurosis, lo indispensable es comprender y analizar nuestra cultura, como otra sin prejuicio alguno y sin poner por delante lo que creemos como correcto o incorrecto construyendo un tipo de "normalidad". Así objetivamente llegando a una probable evaluación de un sujeto en base a la normalidad de sus conductas, como antecedentes y lo que influyó a la manifestación de las mismas. Sin embargo no porque cierta persona salga de la normalidad tiene que ser neurótica, o al contrario una persona que aparentemente tiene una conducta aceptable, puede padecer una importante neurosis.
Finalmente, dejando un poco atrás la neurosis. Un fundamento que recibe mi atención es la contraparte que hacer Horney a la teoría de la envidia del pene, que plantea Freud. A Karen le molestó esta tendencia masculina en el psicoanálisis.
Admiro su audacia en el expresar su inconformidad sobre la misma y desarrollar su teoría sobre la envidia hacia la matriz, y los celos por la capacidad parir y criar hijos que poseemos las mujeres, por parte de los hombres. Es decir ¿Por qué Freud sólo planteo que las mujeres envidiábamos el pene?, ¿Por qué no poner esta envidia en una igualdad? Probablemente se debiese a la época que él se encontraba, y no como una preferencia teórica al sexo masculino.
Próxima entrada... Erich Fromm.
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